El show del Golpe no ha terminado

El Show del golpe no ha terminado. Continuará porque hasta ahora el número de mentiras no cubre la expectativa estadística según la cual, siguiendo la doctrina de Paúl Joseph Goebbels, ministro de propaganda del difunto Adolfo Hitler, una mentira repetidas mil veces se convierte en verdad. De suerte, que todavía no es verdad. Ahora es cuando falta tela por cortar y tendrá que ser tela de la buena porque esa cretona barata de pescadores de orilla utilizada hasta ahora, no da para mucho. Los golpes de estado han venido a reemplazar el manido tema de los atentados magnicidas debido a que quien lo denunciaba murió antes de que llegara al número requerido para transformarse en verdad creíble. Pero para no pecar de monótonos y aburridos inventaron, aunque más abultado y ampuloso, el golpe de estado preparado con postre de cachitos y vianda de tucanes.

LA DESGRACIA DEL GENERAL BADUEL

Baduel, General en Jefe igual que Piar y compañero de Chávez desde los mismos tiempos del pacto de sangre. Ex ministro de la defensa del caudillo de la quinta. El gran salvador de Chávez cuando el Carmonazo, cayó en desgracia, cayó en desgracia nadie sabe cómo ni cuándo. Lo cierto es que por caer en desgracia y no pedir perdón de rodillas como lo hizo Cárdenas, estuvo en un calabozo húmedo, oscuro y lleno de barrotes. Creen los entendidos en éstas intríngulis políticas, que el error de Baduel, como también lo habría creído el poeta bolivarense Luis Sutherland, su secretario privado, estuvo en haberse creído más inteligente e ilustrado que aquel señor que se sentía Gigante porque había llegado al país de los liliputienses,

El 8610 en la Lotería

Pancholón, el señor de la Subida del 14, solía ir todos los días a la Agencia de Loterías más cercana a su domicilio, para jugar el 8610, pero como él mismo decía “nunca acertaba” se sentía como empavado hasta que su vecina más allegada le previno que si continuaba lo más probable era que terminara arruinado porque según sus cábalas ese número está apadrinado por la fatalidad y la fatalidad trae aparejada la desgracia diabólica. Tal advertencia dejó tan impresionado a Pancholón que ahora juega el 2533. ¿Por qué Pancholón?, le preguntó su hija. Pues, mija, porque un 25 nació el niño Dios y a los 33 años lo crucificaron.

LA TUMBA

El escritor mexicano José Agustín escribió la novela “La Tumba” relacionada con estudiantes al igual que ”La Tumba” del Gobierno actual en Caracas. En la novela, el protagonista Gabriel Guía, estudiante de 17 años, pone fin a su vida con un tiro en la sien. La gente se pregunta cuántos habrá en La Tumba de Caracas desesperados por una bala. No todos los presos tienen voluntad y temperamento para resistir como si lo tuvieron muchos en La Rotunda que era la tumba favorita de los presos políticos de los mandatarios venezolanos que se sucedieron desde José Gregorio Monagas hasta Medina Angarita que ha sido el único hasta hoy sin presos políticos en las cárceles. Hubo centros penales famosos como La Rotunda. Para los estudiantes, Gómez prefería El Palenque y Pérez Jiménez los campos de concentración de Guasina y Sacupana. En Ciudad Bolívar existía en el antigua Capitolio de la Plaza Miranda “La bóveda” también conocida como “La Nevera” y el Calabozo “El Tigrito” en la cárcel vieja. El autócrata Cipriano Castro (El Cabito) en 1905 visitó Ciudad Bolívar y al pedirle la libertad de los presos políticos de Ciudad Bolívar, respondió que “es peligroso tener las cáceles vacías” y que “los presos políticos son prendas de seguridad de la República”, tesis que al parecer comparte los señores del actual gobierno..

Blacamán comio zapoara

Aquí a ciudad Bolívar solían venir por temporada Circos como el de los Hermanos Valentinos, el de Almeidine y el famoso fakir Blacamán luego de realizar recorridos por Caracas y otras ciudades importantes de Venezuela. Blacamán que era habilidoso en encantar caimanes y serpientes suministradas por Víctor Monedero el dueño del Circo de Perro Seco cayó en la tentación de comerse la cabeza de la zapoara y terminó casándose con una guayanesa de apellido Weis que vivía en la Calle Libertad. Después se descubrió que Blacamán no era en realidad ningún faquir de la India como él se publicitaba sino un calabrés prestidigitador con gran habilitad y velocidad de manos para ilusionar y embaucar a los ilusos-. Por cierto muy parecido a ciertos políticos y funcionarios públicos, uniformados o no, de toda jerarquía y calaña y con destreza en las manos para tocar el tesorero público y soltura en la lengua para engatusar a ingenuos. El hombre Nuevo En sus discursos encadenados, Maduro suele hablar del “hombre nuevo” como producto del modelo socialista que trata de imponer a los venezolanos desde hace ya dieciséis años. “El hombre Nuevo” (así extrañamente utilizando el masculino genérico). Acaso ¿ese hombre que todos los días vemos en las calles haciendo colas frente a la escasez? ¿El mismo hombre u otro distinto al que buscaba Diógenes por las calles de Grecia utilizando una linterna encendida a pleno Sol? Diógenes ayer 300 años antes de Cristo, como lo quiere Maduro hoy, buscaba un hombre semejante a él y como no lo encontró terminó suicidándose, pero antes tuvo la ocurrencia de ironizar a Platón que había dicho: “el hombre es un animal bípedo implume”. Lo ironizó tomando un gallo que desplumó y lanzó a la calle ante los ojos de los viandantes: “He ahí el hombre nuevo”

La Fábrica de neuróticos

“¿El Gobierno como que se está transformando en una máquina de fabricar neurótico?” Se preguntó y me preguntó un colega. ¿Por qué? . Bueno, el Gobierno descalifica, amenaza, persigue, reprime, ahuyenta y esto, como verás, causa susto y disgusto que pueden dar lugar a una afección nerviosa o inicio de una neurosis en la persona, sobre todo, si es adversa o no comparte la ideología y políticas del gobierno. Conocí a una familia cuyos miembros principales adversos al gobierno, sufrían frecuentes dolores de cabeza, insomnio, desalientos. Fueron al médico y no le encontraron lesión nerviosa alguna sino una afección nerviosa que podía tratarse alejándose del ambiente político, pero especialmente de las cadenas televisivas. De manera que si estas personas, ya con afección nerviosa, son encarceladas y torturadas agregaría a su estado una lesión nerviosa y le ocurriría lo que al Caribe Vidal en tiempos de Gómez que de La Rotunda fue a parar al Manicomio.

LAS COLAS HUMANAS Y EL BARRIO MANGO ASAO

LAS COLAS HUMANAS Y MANGO ASAO Hubo un tiempo en que las colas humanas en Ciudad Bolívar eran largas. Estas colas parecían pegadas con cola de zapatero porque costaba eliminarlas. Las colas como la tos no se pueden esconder. Por dentro o por fuera siguen siendo colas o doble cola si son de mujeres las del line up en busca desesperada de tantas cosas que hacen falta en el hogar y en el país. Cuando muchacho recuerdo que llegaban a los morichales por temporada bandadas de pájaros que conocíamos como “Rabo largo” porque además de vistosos lucían una cola más larga que las de su especie y que nosotros bajábamos de las matas con la puntería de nuestras hondas. Los desplumábamos y degustábamos en parrilla colocada en cierto lugar de la Laguna que los parroquianos connotaron con el nombre de “Mango Asao” tras un incendio que achicharró los frutos del mangal de la Familia Cedeño y que aprovechaban largas colas de muchachos al salir de la escuela.