martes, 3 de octubre de 2017

EL IRRESISTIBLE TEMOR DE PEDRO MONTES.

Pedro Montes, quien durante su juventud se condujo como Novillero del Circo Monedero, tuvo un comercio frente al Café España y contagiado por la fiebre del automóvil, se compró uno. El problema era que temía se lo chocaran, de manera que cuando debía pasar una esquina y venía otro auto por la transversal, se salía de su carro y le hacía señal al conductor para que frenara pues él iba a pasar. Ese temor quizá era el mismo que experimentaba el monumental Negro Bogle cuando antes de pasar una esquina miraba inquieto para todos los lados y a veces aceptaba la ayuda por temor a que viniese un carro y lo aplastara. Esto lo narra Jorge Luis Borges, en Ton Castro, el impostor inverosímil. (AF)