jueves, 8 de julio de 2021

LA CRUZ DEL PERDÓN.

El Río Padre se levantó una madrugada de agosto y visitó la casa ribereña de la culisa Julia González, lamió los flecos de la hamaca donde dormía, puso a navegar las ollas de la cocina e incluso la petaca de la ropa desteñida. Luego satisfecho de su particular admonición regresó a su cauce mientras Julia se hincaba para ofrecer a la Cruz a la cual era devota, levantarle mediante colecta pública una Capilla a la orilla del río por despertarla antes de perecer ahogada. (AF) .

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