Antes que Clotilde, sus paisanos preferían COTA como cognomento amistoso y familiar. Por supuesto, nada tiene que ver con la ”Cota 905” controlada por el Koki que sólo fabrica balas y misiles. Mi madrina Cota fabricaba caramelos (Picha) caseros para chiquillos de la Escuela. Mi padrino Mallía (Ángel María), patrón del San Rafael, velero de cabotaje, cuando le iba bien, apuraba las copas y en cada pulpería se pertrechaba de caramelos que a marcha forzada por las calles lanzaba gozoso al grito de la muchachada: “¡¡¡Más picha, Mallía!!!” mientras adelante a bordo de una carreta iba su compadre de farra, Justo Vásquez, disparándole cohetes a las estrellas. (AF)
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